La Academia venció 3-1 con tantos de Martirena, “Maravilla” Martínez y Roger Martínez. Celebró de manera internacional tras 36 años.
De acuerdo con los datos de Opta, por primera vez un equipo sacó dos goles de ventaja en los primeros veinte minutos en la final de la Sudamericana. Además, Cruzeiro no tuvo remates y Racing anotó los dos que intentó.
El conjunto comandado por Gustavo Costas supo sufrir y se quedó con la gloria.
En la primera parte, La Academia dominó por completo al equipo brasileño desde lo táctico. El equipo argentino salió con una idea clara, ceder el control de la pelota y lastimar de contragolpe con las oportunidades que se presentaran.
Las cosas comenzaban de la mejor manera para Racing con el gol de Gastón Martirena en los 3 minutos, pero la tecnología le jugó una mala pasada. El árbitro decidió anular el tanto por una fuera de juego de Maxi Salas, pero aun con las línes que mostró la televisión, no queda claro si el delantero estaba en offside.
Para tranquilidad del equipo argentina, la fortuna jugó a su favor minutos más tarde. Martirena tiró un centro al área y la pelota se le metió por arriba a Cassio en el segundo palo para estampar el 1-0 a los 13 minutos.
Racing estiró diferencias a los 20 minutos. Salas desbordó por izquierda y metió un centro letal que Maravilla Martínez mandó adentro para desatar la locura de todos los presentes en la Nueva Olla.
A pesar de estar dos goles abajo, los comandados por Fernando Diniz controlaban la posesión de la pelota de forma categórica, pero no crean peligro para lastimar a su rival.
Recién sobre el final de la primera tuvo una claro, pero que Gabriel Arias se encargó de desactivar.
El complemento continuó con la misma tónica, Cruzeiro dominado y Racing esperando.
Esta estrategia que tuvo tudante todo el encuentro, le pasó factura a los 7 minutos del segundo tiempo cuando Kaio Jorge descontó.
A partir de ese momento, Cruzeiro se fue con todo en busca del empate y tuvo varias oportunidades para llegar a la igualdad, pero falló en cada uno de las que tuvo.
Las pelotas se fueron varias juntos a los palos, los defensores despejaron cada pelota que quedó viva en el área y Arias desactivó un par de chances.
Con el equipo brasileño jugado totalmente en ataque, Salas falló un gol increíble para sentenciar la final. Minutos más tarde, Roger Martínez no cometió el mismo error y puso el 3-1 definitivo.
De esta manera, Racing festejó un título internacional por primera vez en 36 años tras la obtención de la Supercopa Sudamericana de 1988 y frente al mismo rival.
Con un emblema como Gustavo Adolfo Costas como entrenador -fue mascota, jugador de inferiores, de primera, capitán y luego DT-, la Academia volvió a levantar un trofeo internacional tras aquella Supercopa de 1988 y el inolvidable gol de Omar Catalán. También, contra Cruzeiro. La espera terminó.
La Academia sumó 33 goles en toda la Copa Sudamericana, fue el equipo más realizador del torneo y tuvo en Adrián “Maravilla” Martínez al goleador del torneo: gritó 10 veces en la competencia. El gol en la final ante Cruzeiro le permitió quedar con una conquista más que el brasileño Yuri Alberto (Corinthians).