El juez de audiencia de juicio de General Pico, Federico Pellegrino, condenó a Ariel Maximiliano Sena, de 19 años,  como autor material y penalmente responsable del delito de robo doblemente agravado, por el uso de arma y cometido con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada; a la pena de cinco años de prisión de efectivo cumplimiento.

El juicio tuvo lugar el 25 de febrero del corriente año, en el edificio Judicial de General Pico, con la actuación unipersonal del juez Pellegrino, la intervención del fiscal Juan Cupayolo y la defensora oficial María Soledad Forte.   

Las pruebas aportadas durante el juicio permitieron corroborar que en la madrugada del 24 de diciembre de 2023, Ariel Maximiliano Sena, en compañía de su hermano, menor de edad, inimputable, le solicitó a otra persona, en proximidades de calle 38 y 7 de ésta ciudad, que llamara un remis.

Cuando el remisero damnificado recogió a los dos individuos, los sujetos le requirieron que los traslade hasta calles 24 y 21 de la misma ciudad. Cuando arribaron, le solicitaron que siga. Luego, en calle 20 entre 21 y 23, el imputado tomó por sorpresa, con su brazo, por delante del cuello del conductor, munido de un cuchillo tipo tramontina, exigiéndole la entrega del dinero que poseía. En esa maniobra, tratando de defenderse, la víctima se cortó con el cuchillo en su dedo meñique, produciendo una leve lesión. El remisero se dio vuelta hacia el asiento trasero y el otro individuo, sacó de entre sus ropas un revolver y le exigió la entrega del dinero, accediendo el damnificado., sustrayendo de ese modo la suma aproximada a los quince mil pesos. Bajaron del auto ambos autores y corrieron por calle 20 en dirección a las vías del ferrocarril.

El trabajo investigativo policial, mediante el análisis de las cámaras de seguridad que se hallaban colocadas en el sector, permitieron la identificación del recorrido efectuado logrando establecer la identidad de ambos autores.

En oportunidad de la realización de los alegatos de clausura; el fiscal, expresó que se encontraba probado el hecho investigado y la autoría del imputado en el mismo, calificando el hecho como robo doblemente agravado, por el uso de arma y cometido con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada. Solicitó la aplicación de una pena de cinco años de prisión de efectivo cumplimiento.

La defensa técnica del imputado al momento de alegar expresó que no cuestionaría la existencia del hecho ni la autoría de su defendido en el mismo. Solicitó la aplicación de una pena por debajo del mínimo establecido, requiriendo la declaración de inconstitucionalidad del mínimo de la pena, debiendo fijar la pena en cuatro años de prisión.

El magistrado expresó en el fallo que “la contundencia de la prueba incriminatoria sobre el imputado, admitida, con buen criterio, por la defensa técnica del mismo al momento de alegar, asegura la existencia del hecho y la participación del imputado en el mismo”.

En referencia al pedido de inconstitucionalidad por parte de la defensa, el magistrado expresó que “ le asiste razón al acusador público y que no existen elementos que permitan analizar la posibilidad planteada por la defensa”.

En referencia a la pena a imponer, Pellegrino consideró como agravantes “la propia naturaleza del hecho consumado, su ideación, su concreción, la violencia ejercida en su ejecución, la peligrosidad demostrada por el autor y la afectación producida en el damnificado, que después del hecho cambió su forma de trabajo, a quien le persiste el miedo”.

Como elementos atenuantes agregó que “solo se pueden mencionar, su edad, ausencia de antecedentes, situación lógica ya que a la fecha solo tiene 19 años y su nivel socio cultural”.