En un contexto de "creciente malestar entre los trabajadores de la educación", el SITEP ha emitido un comunicado de prensa que refleja la preocupación por diversas situaciones recientes. En este sentido, se destaca que "no solo se trata de salarios insuficientes o de condiciones laborales deterioradas, sino también de la vivencia de violencia simbólica en el ámbito educativo. Este malestar se ha intensificado tras la denuncia penal de una docente en relación a un tema de discusión en clase vinculado al conflicto de Israel y Palestina", explicaron.
Cristian Rosso, al ser consultado sobre esta situación, expresó su preocupación por la judicialización de un tema que "debería ser parte del debate educativo cotidiano. No es común que un posicionamiento académico llegue al ámbito de la justicia. Existen otros mecanismos dentro del Ministerio de Cultura y Educación para mediar y resolver conflictos”, afirmó.
Rosso enfatizó que la intervención de la justicia en este caso ha generado un “terremoto” en el sector educativo. “Estamos hablando de temas que pueden generar polémica, como la política internacional o la historia reciente, y es fundamental tener cuidado con la persecución y el respeto a las opiniones diversas”, añadió.
El impacto de esta situación se ha sentido en las aulas, donde varios docentes, auxiliares y directivos han sido citados a declarar. “Esto genera tensiones y malestares, especialmente considerando que trabajamos con adolescentes, quienes pueden verse afectados por las posturas de sus familias”, comentó Rosso.
Rosso también destacó la importancia de "que la justicia tenga claridad en su resolución, ya que se pone en juego el profesionalismo y el buen nombre de las personas involucradas. “Lo que está en discusión es una contravención, no un delito, pero el impacto psicológico y la exposición mediática son preocupantes”, subrayó.
Rosso hizo hincapié en que la educación debe ser un espacio seguro para el debate y la reflexión, y que la judicialización de estos temas puede tener consecuencias negativas. “Es esencial que se respete el trabajo de los docentes y que se evite la estigmatización de aquellos que defienden los derechos humanos o que critican políticas específicas”, concluyó.
Con esta situación, el SITEP "reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación y la necesidad de un ambiente de respeto y diálogo en el ámbito escolar".